En su última obra, el escritor francés Alain Vircondelet se propone entender cómo y por qué se creó una de las obras más importantes del siglo XX, imaginando y transmitiendo la vida íntima de Picasso en su apasionado romance con Dora Maar (1907-1997, París) en un momento crucial de su creación artística. En 1935, Picasso, siempre en busca de nuevas experiencias, buscaba una musa artística que le dotara de la energía necesaria para crear el lienzo que le habían encargado para la Exposición Universal, posteriormente inspirado en la masacre de Guernica. Fotógrafa, pintora y cercana al movimiento surrealista, Dora conoció a Picasso mientras él todavía convivía con su anterior amante, iniciándose así un juego de seducción mutua en el que Dora acabó por convertirse en un medio utilitario. La hipótesis del libro da a entender que Picasso, para quien el amor y el arte se entremezclaban irremediablemente, escapó del hechizo de la fotógrafa creando Guernica, y que el lienzo se convirtió en la matanza de su propia pasión por Dora. Para ello, el autor mezcla elementos biográficos con diálogos y conversaciones imaginados, logrando transmitir la parte más humana e imperfecta del artista. Analiza las personalidades de ambos y retrata fielmente una relación destructiva que duró ocho años y dio lugar a la inmortalización de Dora en el famoso cuadro La mujer que llora. Gran parte de la trama transcurre en el taller de la calle Grand-Augustins, en París, donde Picasso trabajaba, y donde Dora inmortalizó las diferentes etapas de Guernica con más de cien fotografías. A lo largo de la obra, se desvelan las percepciones de Dora como artista y amante de Picasso, que pulió y desató la fuerza creativa de Picasso al tiempo que asistimos al deterioro de una pasión abogada al fracaso amoroso y al éxito artístico.